30 junio 2011

Savigny en adopción...


Este perro, de 5 o 6 años fue rescatado en la Facultad de Derecho de la UBA (en Recoleta). Era un lunes muy frío, casi a las 21.30, y el perri estaba aullando entre la gente que esperaba en las paradas de colectivo, con la esperanza de que alguien le diera bolilla, pero no. Resignado, se desplomó en el suelo, se hizo ovillito y se durmió. Yo no pude dejarlo así librado a su suerte, así que me acerqué y lo acaricié. Vinieron otras dos chicas para ayudarme, una de las cuales lo tapó con su abrigo. Savigny (le puse así porque si lo encontré en la facu de derecho, tenía que llevar el nombre de algún legislador) temblaba como una hoja, y se le notaban las costillas de tan flaco que estaba. Se dejaba tocar sin problemas, pero sólo quería dormir y entrar en calor. Ahora ¿qué hacemos con el perro? 3 chicas a pie, ninguna vivía en el Centro y estabamos todas en colectivo, ¿en dónde lo dejamos? Porque abandonarlo así no era una opción. Empecé a decantar: gente que viva en el Centro, gente que sea mascotera, gente que tenga espacio, gente que no tenga problema en tener al bebé hasta que le encontremos un hogar...se redujo a una sola persona. La llamé y milagrosamente aceptó tener al flaco hasta que le encontrase una familia :) VAMOSSS!!! Mientras una de las chicas se quedaba conmigo y Savi, la otra fue a conseguir un taxi...qué taxi nos va a levantar con un perro de la calle?! Después de 3 tacheros que nos cerraron la puerta en la cara, conseguimos a uno que acordó en llevarnos siempre y cuando el perro estuviera escondido en el piso y siguiera tapado con el abrigo (para que no lo viera la policía y haga una multa...me mata porque robos, asesinatos, violaciones y quién sabe qué más pasan desapercibidos, pero un perrito en el auto es motivo de sanción. En fin...)
En cuanto el taxista abrió la puerta, Savi sintió la calefacción calculo, porque se subió en dos segundos y, fiel a su estress, se ovilló en el piso y se durmió. Una de las chicas de la facultad me acompañó, la otra se fue. Así llegamos hasta lo de la persona que lo iba a tener...el perro se bajó del auto y subió a instalarse sin mayores inconvenientes, como si supiera que le esperaba una noche de calor y comida para perro mezclada con empanadas. Todo parecía haber resultado peculiarmente bien, para haber sido un caso de emergencia. Yo, feliz de la vida!. Savigny iba a dejar de sufrir! Pero no. Al día siguiente, la persona que lo estaba cuidando me avisa que no Savigny tenía que irse porque a ella le devolvían otro perro que había dado en adopción (en realidad ni lo devolvían, lo habían abandonado y por suerte seguía teniendo la chapita en el collar con sus números). Por lo cual no iba a poder tener a ambos canes, menos que menos cuando los quiso juntar y Savigny reaccionó mal con el otro perro, porque es macho. Entonces, a encontrarle casa al gordo en UN DIA!!! Los que estamos en el tema de rescates y proteccionistas, sabemos que todos estan innundados de casos urgentes y nadie da a basto con los suyos, menos que menos para ayudar a otros. A último momento conseguí un pensionado que pasa a retirar a los perros por la zona de Vicente López y los lleva a Tortuguitas. Pero me cobraban $900 por mes, y como no sabía cuánto tiempo iba a tener que dejarlo, eso fue lo que pagué. Savigny pasó esa noche atado en la manija de la puerta de entrada de mi casa, con su manta, su comida y su agua, pero no pude entrarlo porque iba a ser peor cuando se tuviera que ir (a la mañana siguiente) y además se iba a pelear con mi perro macho, así que solo era para problemas. A veces una tiene que pensar un poco más racionalmente (con la ayuda de la Mamá) y no dejarse llevar por las emociones, porque si hubiese sido por mi, dormía conmigo. A la mañana siguiente lo tuve que llevar hasta Panamericana, donde lo levantaban para que fuera al pensionado. Lo dejé entrar unos minutos, porque si total ya nos íbamos...se hechó a mis pies y durmió, y cuando subí a lavarme los dientes, pensando que él dormía abajo...me doy vuelta y lo veo atrás mío moviendo la cola. Ya se había encariñado. Y yo también...por lo cual no hace falta aclarar que lloré como una madalena cuando se subió a la camioneta y se fue. El flaco solo quería calor, cariño, una familia...y todavía no se lo pude dar. Llamo seguido al pensionado y me confirman lo que ya se: que es un amoroso, que no hace problemas, que no llora, que come divino, que le mueve la cola a la gente que lo cuida. Su único tema es que no se lleva bien con perros machos, porque al ser callejero se acostumbró a defender su territorio. Pero juega con hembras y se lleva de diez, no tiene problemas. Es sanito, lo llevaron a la vete y no tiene enfermedades, ya le pusieron pipieta y está desparasitado. Sólo necesita una familia ahora... Si estás interesado en adoptarlo escribinos a: animalesdevtelopez@gmail.com

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